Enguera en la Palabra
Sección dedicada a la recopilación de documentos de autores enguerinos, o de otros que han escrito sobre nuestro pueblo, contribuyendo a la formación de la cultura escrita autóctona de Enguera."
El libro de la Cofradía de la Virgen de Gracia
Uno de los temas tabú, al menos para ciertos sectores, ha sido siempre el hacer público cualquier documento de los conocidos como “archivos”, sean estos del estilo y sentido que fueren.
Imagen de la portada del Libro
Algunos otros, al parecer los menos, no pensamos así. Por el contrario, el conocimiento de la evolución, o si se prefiere de la historia, gracias a los testimonios escritos, permite que los pueblos puedan esquivar los tropiezos en las mismas piedras.
Comunicaciones móviles y progreso
El 19 de julio de este mismo año, el Patronato de la Fundación La Sierra se enorgullecía al poder presentar, entre los conferenciantes de los II Cursos de Verano, a quien se define como
“Enguerino desde el 19 de Enero de 1940”, pues así es este enguerinazo de nombre Eduardo Amorós.
Eduardo estudia y obtiene el título de Ingeniero Superior de Telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid allá por el año 1.966; siendo por ello el Primer Teleco de Enguera y, tras don Francisco Piqueras Albiñana, el segundo Ingeniero Superior nacido en la tierra del alizón.
Cementerio de mi pueblo
En fechas tan señaladas como la de Todosantos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos, parodiando la presentación que hiciera la revista “A Nuestros Jóvenes” en 1947, hemos querido traer a nuestro blog dos detalles del gran enguerino que fuera don José Mª Albiñana Sanz, nacido en 1.883 y fallecido en 1936.
Ciertamente recordamos, y recordarán muchos de nuestros seguidores, que del doctor Albiñana hemos publicado la que entendemos su obra capital referida a su pueblo natal: Historia de Enguera y sus hijos ilustres.
… a lavar al río
Mientras contemplaba con emoción el transcurrir del acto, llegaron a mi memoria recuerdos que en mi niñez sucedieron ... Recuerdos de hechos reales, al menos eso quiero pensar yo, aunque tal vez solo sean obra de mi fantasía influenciada por el ambiente reinante … y mi propia emoción.